domingo, 28 de febrero de 2010

Teatro // Crítica // 'Aires', de Marcelo Katz

Una gigantesca carpa puesta por el gobierno en Garay y Combate de los pozos fue la cuna de Aires, un espectáculo de Clown dirigido por Marcelo Katz, el cual está desde el 2008 en cartel.

Habiéndola visto anteriormente, noté modificaciones en el elenco, pero no así en la estructura y en las bellísimas imágenes con las que cuenta la delirante pieza clownesca basada en el aire.

Ni bien se ingresa al lugar, el divertido Havanna (Lisandro Penelas) te recibe y se acerca para decirte "Pueden ir sentándose en las sillas amarillas de ahí", provocando un efecto redundante que hace empezar la obra con muy buena predisposición.

La obra tiene, como mencioné anteriormente, imágenes realmente muy atractivas para el ojo del espectador. La obra comienza bañando al público de pequeños papelitos que fueron succionados por una máquina anteriormente. Y como segundo punto importante una coreografía sobre el final de la obra en la que una luz tenue baña al elenco, que sostiene con hilos unos globos violetas inflados con helio.

La puesta en escena es sencilla, con tan solo dos salidas por los costados y una escalera en el medio, lo que hace lucir al elenco, sin provocar distracciones con otros objetos. También cuentan con algunos objetos propios de la temática de la obra, como un ventilador, aspiradora, entre otros.

La iluminación pasa sin pena ni gloria, aunque no es un dato menor que casi sobre el final de la función se cortó la luz. El público recibió dicho hecho como algo intencional, y provocado por los técnicos para provocar un efecto específico, hasta que una actriz aclaró que no era así. En ese momento se sintió un poco de caos sobre el escenario, ya que no pudieron pautar nada de antemano y todos realizaban diferentes cosas. No ingresaba luz por ningún lugar. Primero se prendió un tubo de emergencia, luego volvió la luz por poco tiempo, se cortó nuevamente y al final volvió. De todas formas, una vez que ya había pasado la falla técnica, los actores tomaron eso positivamente, apurando la acción que estaban llevando a cabo "por si se cortaba nuevamente".

No puedo finalizar esta nota, sin mencionar el encanto de Sagitario (Julieta Carrera) al vincularse con el público y hacerlo partícipe de las situaciones de la obra. Su Clown es una mujer sola que busca entre el público una pareja que le de respiración boca a boca, ya que "está pasando un momento físico emocional muy difícil". De este juego, yo en particular, me sentí participe, ya que fui uno de los seleccionados por esta divertidísima Clown oriunda de Mar del Plata para ofrecer todo, todo el tiempo.

El espacio físico tenía la gran desventaja de que, si por esas casualidades, pasaban varios colectivos seguidos, había que hacer mucho esfuerzo por escuchar a los actores, ya que no solo era una carpa, sino que el lugar era realmente grande (una carpa de gran diámetro y altura notable).

De todas formas, esto no hizo que no saliera del espectáculo con una sonrisa constante y una enorme satisfacción, tras haber visto un espectáculo tan divertido, en el cual me sentí participe por el trato de los actores con el público.


(Función: Viernes 26 de febrero)

Aires en Alternativateatral

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