miércoles, 28 de julio de 2010

Teatro // Crítica // 'Finimondo', de Toto Castiñeiras

Encantado por todo lo visto de clown hasta el momento, y doblemente atraído por un magnifico 2x1 recibido vía internet, me acerqué a una de las funciones que Toto (el argentino del Cirque Du Solei) realizaba en el teatro Metropolitan con su espectáculo “Finimondo”.
Como dice su volante, es un clown dramático, un clown trágico. Y al verlo, me doy cuenta de que interpreta un payaso más relacionado al conocido de circo: con tristeza, dramatismo y tragedia. Con esto no quiero decir que los anteriores espectáculos de clown comentados no hayan contado con dramatismo, pero claramente desde otro punto de vista mucho más relacionado con el juego y con el aquí y ahora.
A su vez, notaba que no registraba al público, porque durante el espectáculo sonó un celular, una persona se fue y volvió, y él siguió como si eso no hubiera ocurrido, lo que daba la sensación de que él hacía su número, terminaba y se iba, sin importar el sentimiento del público.
De todas formas, en reiteradas ocasiones del espectáculo, tuvo oportunidades de mostrar y lucir un gran conocimiento de las posibilidades físicas, un oficio y que es un payaso de varios años. Por su manera de moverse en el escenario, por su voz y por ciertos vicios que funcionaron más de una vez y que daba la impresión de que, si los hacía cien veces más, funcionarían de igual manera.
La iluminación y la puesta en escena, si bien merece un párrafo porque es algo que suma en todo espectáculo, no fueron puntos que me llamaran la atención ni despertaran mi interés o ciertas inquietudes. Un diseño de luces uniforme creado por el genial Omar Possemato y una puesta sencilla con un falso frente teatral que solo se ve al final del espectáculo.
Cerrando ideas y concluyendo: vi a un clown sobre el escenario que demostraba tener grandes cualidades, pero creo que la historia no lo acompaña como para poder lucirse.


(Función: jueves 1 de julio)


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